A las orillas del río São Francisco, a 230 km de Maceió, se encuentra la ciudad de Pão de Açúcar en el sertón de Alagoas. A principios del siglo XVII, los indios recibieron de D.João VI una grande parcela de tierra en las orillas del río São Francisco, donde hoy se encuentra la ciudad de Pão de Açúcar. Los reflejos de la luna llena en las aguas del "Velho Chico" despertaron la sensibilidad poética de los primeros habitantes del lugar que le dieron el nombre de "Jaciobá", que en lengua tupí-guaraní significa "Espejo de la Luna". El 7 de noviembre de 1660, mediante escrito de Sesmaría, la tierra pasó al dominio del portugués Lourenço José de Brito Correia que, con el fin de explorar la ganadería y el comercio, a través del puerto de Penedo, crió un rancho de ganado entre las colinas Cavalete y Farias, llamado Pão de Açúcar. El nombre Pão de Açúcar es debido al hecho de la casa grande estar muy cerca a el Cavalete, cuya apariencia y configuración se asemeja a una forma de que, normalmente, era utilizada para limpiar y clarificar el azúcar. Se destaca en la historia de Pão de Açúcar la visita del emperador Dom Pedro II que, en viaje a las cataratas de Paulo Afonso, pernoctó en la villa el 17 y 22 de octubre del 1859. La granja prosperó, se convirtió en villa, y fue elevada a la categoría de ciudad en 1877. Del patrimonio arquitectónico de la ciudad se destacan las iglesias de Bonfim, de Jesus y Maria José, Sagrado Coração de Jesus y Nossa Senhora da Luz. El descubrimiento de sitios arqueológicos ubicados en la Serra dos Meirús, en la Pedra do Navio, Pedra do Alemar donde se encontraron inscripciones, fósiles de animales y objetos prehistóricos, han atraído la atención de los visitantes y estudiosos. Las principales playas del municipio son: la playa de Abaiti, la de Mangueiras, Praia Central y de Limoeiro. En la colina de Cavalete se erigió, a principios de la década de 1950, una estatua de Cristo Redentor, de forma similar a la de la ciudad de Rio de Janeiro, ofreciendo una hermosa vista del "Velho Chico" y de la ciudad de Pão de Açúcar. Desde la parte superior el visitante también puede avistar la Isla Belmonte, lugar que por su característica de plancha, dio su nombre al poblado de Ilha do Ferro, que se caracteriza por la artesanía de madera, coco, cuero, bordados, cestería y encaje de bolillos. Otro de los atractivos de esta ciudad ribereña del río São Francisco son las piscinas naturales en las orillas del río, llamadas de "prainha", donde se degustan los platos típicos de la región como el pez surubí, langostinos, camarones y la tradicional carne de sol. Las principales fiestas son: Fiesta de Bom Jesus dos Navegantes, el Carnaval, la fiesta de la patrona y el Forroçúcar.
A las orillas del río São Francisco, a 230 km de Maceió, se encuentra la ciudad de Pão de Açúcar en el sertón de Alagoas. A principios del siglo XVII, los indios recibieron de D.João VI una grande parcela de tierra en las orillas del río São Francisco, donde hoy se encuentra la ciudad de Pão de Açúcar. Los reflejos de la luna llena en las aguas del "Velho Chico" despertaron la sensibilidad poética de los primeros habitantes del lugar que le dieron el nombre de "Jaciobá", que en lengua tupí-guaraní significa "Espejo de la Luna". El 7 de noviembre de 1660, mediante escrito de Sesmaría, la tierra pasó al dominio del portugués Lourenço José de Brito Correia que, con el fin de explorar la ganadería y el comercio, a través del puerto de Penedo, crió un rancho de ganado entre las colinas Cavalete y Farias, llamado Pão de Açúcar. El nombre Pão de Açúcar es debido al hecho de la casa grande estar muy cerca a el Cavalete, cuya apariencia y configuración se asemeja a una forma de que, normalmente, era utilizada para limpiar y clarificar el azúcar. Se destaca en la historia de Pão de Açúcar la visita del emperador Dom Pedro II que, en viaje a las cataratas de Paulo Afonso, pernoctó en la villa el 17 y 22 de octubre del 1859. La granja prosperó, se convirtió en villa, y fue elevada a la categoría de ciudad en 1877. Del patrimonio arquitectónico de la ciudad se destacan las iglesias de Bonfim, de Jesus y Maria José, Sagrado Coração de Jesus y Nossa Senhora da Luz. El descubrimiento de sitios arqueológicos ubicados en la Serra dos Meirús, en la Pedra do Navio, Pedra do Alemar donde se encontraron inscripciones, fósiles de animales y objetos prehistóricos, han atraído la atención de los visitantes y estudiosos. Las principales playas del municipio son: la playa de Abaiti, la de Mangueiras, Praia Central y de Limoeiro. En la colina de Cavalete se erigió, a principios de la década de 1950, una estatua de Cristo Redentor, de forma similar a la de la ciudad de Rio de Janeiro, ofreciendo una hermosa vista del "Velho Chico" y de la ciudad de Pão de Açúcar. Desde la parte superior el visitante también puede avistar la Isla Belmonte, lugar que por su característica de plancha, dio su nombre al poblado de Ilha do Ferro, que se caracteriza por la artesanía de madera, coco, cuero, bordados, cestería y encaje de bolillos. Otro de los atractivos de esta ciudad ribereña del río São Francisco son las piscinas naturales en las orillas del río, llamadas de "prainha", donde se degustan los platos típicos de la región como el pez surubí, langostinos, camarones y la tradicional carne de sol. Las principales fiestas son: Fiesta de Bom Jesus dos Navegantes, el Carnaval, la fiesta de la patrona y el Forroçúcar.
