Maceió, es la capital del estado de Alagoas. Su costa es formada por cerca de 40 km. de playas, piscinas naturales, un mar de aguas cálidas y tranquilas de un color inigualable. En verano, el agua de las playas es muy transparente y el cielo limpio, casi sin nubes, y se parece más a una obra de arte. Las principales playas de la ciudad son: Pajuçara, Ponta Verde, Jatiúca y Cruz das Almas. Desde playa de Pajuçara salen las jangadas (balsas) que llevan para paseos a las piscinas naturales hasta la barrera de arrecifes durante la marea baja, donde se pueden ver muchos peces colorados y donde el turista encuentra bares flotantes para deleitarse con las especialidades de la ciudad. El origen de Maceió se remonta a la época del descubrimiento, en esta época toda la zona donde se encuentra la población estaba habitada por los indios Tupís que la conocían como Maçaiok o Macayó, que significa "Lo que cubre el pantano', por estar rodeada de ríos, extensas lagunas y el Océano Atlántico. Con la llegada de los portugueses en el siglo XVII, la ciudad fue retitulada con el nombre actual de Maceió. El siglo XIX fue una época de gran progreso para la población debido a la exportación de azúcar, algodón, especias, madera, cuero y harina, entre otras cosas. El puerto de Jaraguá, debido a su buena posición y estar situado cerca de las fábricas, fue uno de los lugares que impulsaron este crecimiento. En el año 1815 fue declarada Villa y años más tarde en 1839 le fue concedido el título de Capital del Estado de Alagoas, en sustitución a Marechal Deodoro. Originada a partir de una aldea en 1609, Maceió se convirtió en una ciudad debido a su puerto. El barrio histórico de Jaraguá es uno de los más antiguos de Maceió, donde están los más bellos edificios coloniales de la ciudad. Con su arquitectura colonial y neoclásica predominante, hoy en día el antiguo barrio bohemio está totalmente revitalizado para rescatar la memoria y proteger el patrimonio histórico de la ciudad. Los antiguos almacenes y mansiones coloniales ganaron colores y ambientaciones caprichadas, bares, discotecas, restaurantes y centros culturales. En Maceió hay una naturaleza muy rica y su pueblo tiene grandes habilidades manuales, desarrollando piezas de artesanías muy hermosas. La Feria de Artesanía de Pajuçara es un pabellón formado por tiendas de artesanos locales, que utilizan materiales extraídos de la naturaleza, como la paja y fibra de coco, cerámica y abalorios. El paseo marítimo de Maceió ofrece una fabulosa diversidad gastronómica. El destaque queda por cuenta de los quioscos que sirven sopas y platos a base de pescados y mariscos, además de un menú de cocina nacional acompañado de una cerveza bien fría. Para aquellos que no beben alcohol, hay agua de coco y jugos de frutas de la región. En las lagunas Mundaú y Manguaba los pescadores retiran el sururu, un molusco que se destaca en la gastronomía de Alagoas. El lugar es ideal para los paseos con barcos turísticos que entre las islas navegan hacia el encuentro con el mar. Una gran variedad de peces, crustáceos y moluscos son parte de este escenario de rara belleza.
Maceió, es la capital del estado de Alagoas. Su costa es formada por cerca de 40 km. de playas, piscinas naturales, un mar de aguas cálidas y tranquilas de un color inigualable. En verano, el agua de las playas es muy transparente y el cielo limpio, casi sin nubes, y se parece más a una obra de arte. Las principales playas de la ciudad son: Pajuçara, Ponta Verde, Jatiúca y Cruz das Almas. Desde playa de Pajuçara salen las jangadas (balsas) que llevan para paseos a las piscinas naturales hasta la barrera de arrecifes durante la marea baja, donde se pueden ver muchos peces colorados y donde el turista encuentra bares flotantes para deleitarse con las especialidades de la ciudad. El origen de Maceió se remonta a la época del descubrimiento, en esta época toda la zona donde se encuentra la población estaba habitada por los indios Tupís que la conocían como Maçaiok o Macayó, que significa "Lo que cubre el pantano', por estar rodeada de ríos, extensas lagunas y el Océano Atlántico. Con la llegada de los portugueses en el siglo XVII, la ciudad fue retitulada con el nombre actual de Maceió. El siglo XIX fue una época de gran progreso para la población debido a la exportación de azúcar, algodón, especias, madera, cuero y harina, entre otras cosas. El puerto de Jaraguá, debido a su buena posición y estar situado cerca de las fábricas, fue uno de los lugares que impulsaron este crecimiento. En el año 1815 fue declarada Villa y años más tarde en 1839 le fue concedido el título de Capital del Estado de Alagoas, en sustitución a Marechal Deodoro. Originada a partir de una aldea en 1609, Maceió se convirtió en una ciudad debido a su puerto. El barrio histórico de Jaraguá es uno de los más antiguos de Maceió, donde están los más bellos edificios coloniales de la ciudad. Con su arquitectura colonial y neoclásica predominante, hoy en día el antiguo barrio bohemio está totalmente revitalizado para rescatar la memoria y proteger el patrimonio histórico de la ciudad. Los antiguos almacenes y mansiones coloniales ganaron colores y ambientaciones caprichadas, bares, discotecas, restaurantes y centros culturales. En Maceió hay una naturaleza muy rica y su pueblo tiene grandes habilidades manuales, desarrollando piezas de artesanías muy hermosas. La Feria de Artesanía de Pajuçara es un pabellón formado por tiendas de artesanos locales, que utilizan materiales extraídos de la naturaleza, como la paja y fibra de coco, cerámica y abalorios. El paseo marítimo de Maceió ofrece una fabulosa diversidad gastronómica. El destaque queda por cuenta de los quioscos que sirven sopas y platos a base de pescados y mariscos, además de un menú de cocina nacional acompañado de una cerveza bien fría. Para aquellos que no beben alcohol, hay agua de coco y jugos de frutas de la región. En las lagunas Mundaú y Manguaba los pescadores retiran el sururu, un molusco que se destaca en la gastronomía de Alagoas. El lugar es ideal para los paseos con barcos turísticos que entre las islas navegan hacia el encuentro con el mar. Una gran variedad de peces, crustáceos y moluscos son parte de este escenario de rara belleza.
