Distante 120 km de Maceió, el municipio de Japaratinga debe su origen a una colonia de pescadores que comenzó a desarrollarse a partir del siglo XIX con el inicio de la plantación de cocoteros y con la construcción de la carretera que une Japaratinga con el municipio de Porto de Pedras. Al principio, la ciudad de Japaratinga estaba habitada por tribus indígenas y era conocida como Japaratuba. El nombre Japaratuba viene del Tupi "Japaratuba" y incluso "yapara-tyba", que significa "lugar de los arcos", por allí los indios producian muchos arcos y flechas. Hasta mediados del siglo XX las tierras de la aldea pertenecían al municipio de Maragogi. En 1960, cuando se proclamó municipio independiente, cambió su nombre pasando a llamarse Japaratinga. Hoy en día es un importante centro turístico, cuenta con una excelente infraestructura con restaurantes, hoteles y casas de huéspedes que hacen la diferencia en la calidad de los servicios. En su costa, destacan la belleza de sus playas, que se encuentra en la famosa Costa de los Corales, con aguas tranquilas y una excelente temperatura, ideal para nadar y practicar deportes acuáticos, especialmente de buceo por su transparencia y la gran cantidad de vida marina que habita en todo la zona. Uno de los principales atractivos del municipio son los paseos en jangada (tipo de balsa) a las piscinas naturales, siendo las más visitadas las que se encuentran en la playa Barreiras do Boqueirão. Los 15 km de costa de la ciudad se dividen en cinco playas semi-salvajes llenas de cocoteros y arrecifes de coral. A orillas del mar de la playa de Japaratinga se concentran bares y restaurantes que sobresalen en platos a base de pescado. Saliendo de la ciudad para las otras playas, se pasa a través de hermosos acantilados y se llega a la playa Bitingui, bordeada de casas de vacaciones y aguas tranquilas; y Barreiras do Boqueirão, la más movimentada de la región, con sus cabañas rústicas y quioscos que sirven pescado frito y con sus fuentes termales donde los visitantes disfrutan del tradicional baño de caño. La desierta playa de Boqueirão viene poco después y llama la atención por los densos bosques de cocoteros y arenas blancas. El último tramo es la playa de Pontal, un encuentro del mar con el río Manguaba. Navegar por el río Manguaba que separa Japaratinga de la vecina Porto de Pedras, visitando los preservados manglares, es una de las delicias que ofrece la región y con suerte, se puede encontrar el manatí subiendo el río para comer hierba y tomar agua dulce. La exótica belleza de las granjas de coco pueden ser admiradas por paseos a caballo, los ríos y arroyos pueden ser contemplados en los paseos de barco. Paseos en buggy se pueden alquilar con bugueros conductores que conocen bien la zona y las fascinantes atracciones naturales de la Costa de los Corales. La cultura se basa en danzas folclóricas como el Reisado, el Pastoril y el Guerreiro, fiestas que se celebran durante el Carnaval y en el período junino. La artesanía se basa principalmente en productos hechos con conchas de mar, paja de coco y esculturas hechas con trozos de troncos de varios árboles. Las iglesias construidas en el municipio de Japaratinga fueron construidas a partir del siglo XVIII y son los principales monumentos que se pueden encontrar visitando el municipio. Entre las más importantes merecen especial atención la iglesia Matriz de Nossa Senhora das Candeias, la iglesia de Santa Luzia y las ruinas de la iglesia de Barreiras do Boqueirão.
Distante 120 km de Maceió, el municipio de Japaratinga debe su origen a una colonia de pescadores que comenzó a desarrollarse a partir del siglo XIX con el inicio de la plantación de cocoteros y con la construcción de la carretera que une Japaratinga con el municipio de Porto de Pedras. Al principio, la ciudad de Japaratinga estaba habitada por tribus indígenas y era conocida como Japaratuba. El nombre Japaratuba viene del Tupi "Japaratuba" y incluso "yapara-tyba", que significa "lugar de los arcos", por allí los indios producian muchos arcos y flechas. Hasta mediados del siglo XX las tierras de la aldea pertenecían al municipio de Maragogi. En 1960, cuando se proclamó municipio independiente, cambió su nombre pasando a llamarse Japaratinga. Hoy en día es un importante centro turístico, cuenta con una excelente infraestructura con restaurantes, hoteles y casas de huéspedes que hacen la diferencia en la calidad de los servicios. En su costa, destacan la belleza de sus playas, que se encuentra en la famosa Costa de los Corales, con aguas tranquilas y una excelente temperatura, ideal para nadar y practicar deportes acuáticos, especialmente de buceo por su transparencia y la gran cantidad de vida marina que habita en todo la zona. Uno de los principales atractivos del municipio son los paseos en jangada (tipo de balsa) a las piscinas naturales, siendo las más visitadas las que se encuentran en la playa Barreiras do Boqueirão. Los 15 km de costa de la ciudad se dividen en cinco playas semi-salvajes llenas de cocoteros y arrecifes de coral. A orillas del mar de la playa de Japaratinga se concentran bares y restaurantes que sobresalen en platos a base de pescado. Saliendo de la ciudad para las otras playas, se pasa a través de hermosos acantilados y se llega a la playa Bitingui, bordeada de casas de vacaciones y aguas tranquilas; y Barreiras do Boqueirão, la más movimentada de la región, con sus cabañas rústicas y quioscos que sirven pescado frito y con sus fuentes termales donde los visitantes disfrutan del tradicional baño de caño. La desierta playa de Boqueirão viene poco después y llama la atención por los densos bosques de cocoteros y arenas blancas. El último tramo es la playa de Pontal, un encuentro del mar con el río Manguaba. Navegar por el río Manguaba que separa Japaratinga de la vecina Porto de Pedras, visitando los preservados manglares, es una de las delicias que ofrece la región y con suerte, se puede encontrar el manatí subiendo el río para comer hierba y tomar agua dulce. La exótica belleza de las granjas de coco pueden ser admiradas por paseos a caballo, los ríos y arroyos pueden ser contemplados en los paseos de barco. Paseos en buggy se pueden alquilar con bugueros conductores que conocen bien la zona y las fascinantes atracciones naturales de la Costa de los Corales. La cultura se basa en danzas folclóricas como el Reisado, el Pastoril y el Guerreiro, fiestas que se celebran durante el Carnaval y en el período junino. La artesanía se basa principalmente en productos hechos con conchas de mar, paja de coco y esculturas hechas con trozos de troncos de varios árboles. Las iglesias construidas en el municipio de Japaratinga fueron construidas a partir del siglo XVIII y son los principales monumentos que se pueden encontrar visitando el municipio. Entre las más importantes merecen especial atención la iglesia Matriz de Nossa Senhora das Candeias, la iglesia de Santa Luzia y las ruinas de la iglesia de Barreiras do Boqueirão.
